sábado, 1 de marzo de 2008

¡Billy, chavista!

Kaybeliz López

Situación:
Ataques terroristas en Nueva York, mejor conocido como «9-11»

Se conmemoraron 6 años del suceso que dio pie a las guerras contra los pueblos de Afganistán e Iraq. Inicialmente, el argumento fue el más evidente y el más aceptado por la conmoción producida -y esperada-: «contraatacar» a estos países por ser la guarida de los supuestos autores intelectuales y materiales del hecho, lugares que además, según los gring@s, estaban llenos de armas de destrucción masiva.

Una vez demostrado que nunca existieron tales armas, la guerra continuó y aumentaron l@s caíd@s norteamerican@s y latinoamerica-n@s que, bajo la condición de «salvar a la humanidad de la amenaza terrorista», obtendrían la nacionalidad estadounidense -conveniente, ¿no?-. Además, no sería extraño leer en los próximos reportes que las tropas estaban llenas de ciudadan@s norteamerican@s.

Mientras empezaba a tomar otro rumbo la guerra preventiva iniciada por EE.UU., el meollo de los ataques también lo hacía: «¿auto ataque?», «¿Bin Laden y Bush aliados?», ¿derrumbe controlado de las torres?». Lo cierto es que las investigaciones extraoficiales fueron en aumento. Profesor@s, científic@s, analistas se dieron a la tarea de revisar detalladamente el material y de ofrecer explicaciones lógica y coherentes a la opinión pública, cosa que nunca hicieron las instituciones a las cuales se les asignó el caso.

A pesar de que se demostró que la invasión a Afganistán e Iraq se llevó a cabo para expropiar el petróleo de estas tierras, aún sigue en «veremos» si los acontecimientos reales del famoso «9-11» serán finalmente revelados. Lo cierto es que ambos escenarios –el de Nueva York e Iraq- siguen siendo solapados por los medios tradicionales encargados de crear y mantener en el imaginario público todo aquello que le conviene al Imperio, estrategia exitosa en las mentes disociadas de la oposición, que no se cansa de pedir la intervención gringa en cuanta marchita hacen.

Desde entonces la matriz de opinión creada se dirige a reforzar la necesidad de mantener una política agresiva contra cualquier país o gobierno calificado por el Imperio como «amenaza terrorista», argumento que les hace más fácil el trabajo de conspirar, invadir, derrocar y neutralizar ya que meten en el mismo saco a sus enemigos por antonomasia: los gobiernos de izquierda, progresistas, socialistas o comunistas.

Si dudan, pregunten a l@s opositor@s –disociad@s por medios como Globovisión y RCTV Internacional, que suena como a «RCTV en el exilio»- lo que opinan acerca de Chávez y/o l@s chavistas. Los compañeros de Ávila TV, lo hicieron y consiguieron ser atacados por Billy, un monito opositor entrenado para embestir a las personas a la voz de «¡Chavista!»:
http://www.youtube.com/watch?v=cARn86_ZHVM&mode=related&search=


Titulares e informaciones del 11-09-2007
- Seis años después del 11 de septiembre EEUU sigue bajo amenaza terrorista. El Universal.

- Casa Blanca aseguró que Estados Unidos encontrará a Osama Bin Laden. El Observador.

- El Sexto Aniversario del 11 de Septiembre: En Memoria de las Vidas. Escrito publicado en el portal de la Casa Blanca.

Desde el 11 de septiembre de 2001, la principal prioridad del Presidente ha sido proteger al pueblo estadounidense de ataques. Los atentados del 11 de septiembre mostraron la crueldad del enemigo que enfrenta Estados Unidos. En respuesta a esta amenaza, estamos a la ofensiva contra nuestros enemigos para hacerles frente a las amenazas antes de que lleguen a territorio estadounidense, y hemos reforzado nuestras defensas contra otros ataques por medio de nuevos programas de seguridad nacional e instituciones gubernamentales más fuertes y leyes más estrictas.

Estamos combatiendo el terrorismo en sus raíces al promover la libertad y prosperidad como alternativa a las ideologías de odio y represión. La guerra contra el terrorismo es más que un conflicto militar: es la lucha ideológica decisiva del siglo XXI. Para preservar la seguridad de nuestra nación, Estados Unidos debe continuar apoyando a las personas en países como Iraq y Afganistán que buscan forjar sociedades libres e instituciones democráticas que ofrecen una alternativa a la ideología de odio de los extremistas y dictadores brutales.

Nuestros profesionales de los servicios de inteligencia están usando las herramientas disponibles para adelantarse a nuestros enemigos, y el Congreso debe actuar para hacer que dichas herramientas sean permanentes. La ley Protect America del 2007, que el Presidente Bush promulgó el 6 de agosto de 2007 modificó la Ley de Vigilancia Extranjera para fines de Inteli-gencia (Foreign Intelligence Surveillance Act o FISA) con el objeto de otorgar a los servicios de inteligencia las herramientas necesarias para adquirir información impor-tante sobre nuestros enemigos. La ley, aprobada por la Cámara de Representantes y el Senado con el apoyo de ambos parti-dos, restablece el objetivo original de la FISA de proteger las libertades civiles de los estadounidenses sin que sea un obstá-culo para realizar operativos de vigilancia extranjera para fines de inteligencia con objetivos ubicados en el exterior. Pero este nuevo estatuto es una medida temporal con un propósito muy limitado para abordar las deficiencias más inmediatas de la ley.

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