sábado, 1 de marzo de 2008

La juventud y la sociedad alienante

Julio Valecillo

Las ideas, los conceptos, los patrones conductuales son esquemas que nos permiten tener una visión de la vida en su conjunto. Estos esquemas son los que en gran medida debemos transformar por atentar contra los intereses del pueblo explotado. La realidad es que la concepción del mundo que se impone hoy es la de la clase dominante y nuestra juventud ha sido profundamente permeada con esta ideología reaccionaria.

No se debe esto a un hecho fortuito, ni divino. La lógica de las superestructuras del Estado (herramientas de reproducción del pensamiento: iglesia, escuelas, universidades, familia, medios de comunicación) es la razón fundamental que ha generado esta situación. Hoy tenemos una sociedad enajenada y la sociedad la hacemos tod@s, es decir, somos responsables de reproducir o no sus formas y sus fondos. Esta sociedad alienante existe muy a pesar de quienes pretenden justificarla o, peor aún, negarla.

Tenemos una juventud extremadamente apática, desinteresada por generar propuestas que solucionen los grandes problemas de la sociedad de hoy; una juventud que ve en la telenovela de turno su herramienta para cultivar su intelecto. Gran parte de esa juventud asiste a niveles "superiores" de la educación formal y, sin embargo, el estudio se concibe como un fin y no como una herramienta de liberación.

Estamos tan contaminados que preferimos que los grandes problemas de la humanidad sean resueltos por otr@s. La banalidad, la falta de compromiso y el temor a asumirlos han hecho de nosotr@s masa perfecta para ser moldeada a los intereses del capital mundial.

Basta consultar sobre algunas cuestiones elementales y aflorará en nuestro pueblo joven cuanta contradicción pueda, quedando de manifiesto su visión reaccionaria del mundo. Por ejemplo: ¿Qué opinas del sistema político y económico de nuestras sociedades, de la política, de la prostitución, de la situación de calle en la que vive un numero importante de personas en el mundo? ¿Qué opinas del recalentamiento global, del sistema educativo? El análisis que hacen se queda en nombrar consecuencias y de manera irresponsable ocultan las causas fundamentales. Los temas para el debate de esta juventud idiotizada son la novela, el modelo del carro, los cauchos del carro, el reproductor de sonido del carro, el motor del carro, la ropa de marca, etcétera.

Las condiciones materiales de vida de cada persona no determinan sus niveles de conciencia y ahí es donde entra en juego una nueva palabra: la conciencia, y no es la conciencia por sí sola, sino ella como una herramienta que permita el accionar diario en favor de nuestros intereses de clase. El reto está planteado y la responsabilidad debemos asumirla.

Construir un partido para nuestra revolución requiere, entre tantos elementos, de una juventud que participe, que se plantee irreverente, que asuma concientemente su rol, que sea catalizadora en el proceso de destrucción de esa sociedad alienante, esa sociedad que nos ha enajenado como individuos y como sujetos sociales, esa sociedad de la cual somos producto y que debemos arrasar.

Sólo el trabajo unido de la juventud con nuestr@s obrer@s, campesin@s y otras capas sociales explotadas permitirá dinamizar los procesos sociales y hacernos de una sociedad diferente, lejos de toda dominación burguesa. Reivindicar el trabajo (máxima realización humana), profundizar el estudio para elevar a diario nuestros niveles de conciencia y levantar el fusil para siempre defender los territorios del pueblo explotado mundial: tres tareas que hace décadas nos dejara planteadas el Che, tres tareas fundamentales que con orgullo revolucionario debemos realizar, tres tareas que importantes sectores de la juventud hoy estamos empeñados en conquistar.

No hay comentarios: